Este mandala tejido, inspirado en el ojo turco, fusiona el simbolismo protector y místico con la estética del tejido moderno.
Destaca por su centro de azul y blanco vibrantes, evocando el Mediterráneo y el cielo despejado, rodeado de complejos patrones y texturas.
Más que decoración, es un talismán que promueve la protección y el bienestar, ideal para quienes desean aportar serenidad y una belleza única a su entorno, recordando el valor de sentirse seguro y amado.