Este mandala tejido simboliza el inicio de una nueva etapa para una pareja y su perrita, quienes juntos crean un hogar lleno de amor, dedicación y armonía.
La obra utiliza una paleta de colores neutros para evocar la tranquilidad y el bienestar que desean en su espacio, mientras que las hojas tejidas en macramé representan el crecimiento y la renovación, subrayando la importancia de la naturaleza y el positivismo en su hogar.
El diseño central, un entrelazado de hilos, destaca el amor inquebrantable que une a la familia, demostrando cómo el trabajo en equipo transforma un espacio en un verdadero hogar.
Este mandala es más que una decoración; es un testimonio de su viaje conjunto, celebrando el amor, la colaboración y el comienzo de un emocionante capítulo lleno de esperanzas y sueños.